El hombre que sabía demasiado

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Como decía Borges, «hubiera podido ser un Edgar Allan Poe o un Kafka: prefirió -debemos agradecérselo- ser Chesterton

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Descripción

Para Jorge Luis Borges, que no dejó nunca de leerlo y admirarlo, Chesterton fue un incomparable inventor de cuentos fantásticos: «Pienso que Chesterton es uno de los primeros escritores de nuestro tiempo y ello no sólo por su venturosa invención, por su imaginación visual y por la felicidad pueril o divina que traslucen todas sus páginas, sino por sus virtudes retóricas, por sus puros méritos de destreza.» Fiel exponente de estas aseveraciones es el ciclo de relatos agrupados bajo el título de El hombre que sabía demasiado, una de las obras predilectas de Borges, en la que el escritor británico nos presenta a Horne Fisher, un peculiar funcionario del Imperio que va tropezando a lo largo de su carrera con una serie de misteriosos asesinatos cuya solución se encuentra más allá de las apariencias.Como en la mayoría de los thrillers de Chesterton, cada relato encierra una ingeniosa paradoja sobre la condición de la sociedad o sobre la naturaleza humana.

Como decía Borges, «hubiera podido ser un Edgar Allan Poe o un Kafka: prefirió -debemos agradecérselo- ser Chesterton

Información adicional

Encuadernación

Rústica

ISBN

9788477028642

Editorial

Valdemar

Páginas

288

Autor

Gilbert K. Chesterton (1874-1936) tuvo una fructífera carrera literaria que se plasmó en la escritura de unos 80 libros, cientos de poemas, cientos de ensayos y varias obras de teatro. De carácter excéntrico y dotado de un humor prodigioso, Chesterton creó a uno de los detectives más famosos de la literatura, el padre Brown, que resolvía sus casos con el sentido común y su profundo conocimiento de la naturaleza humana. Muy interesado en la técnica de las historias de misterio, Chesterton llegó a afirmar que el arte de la novela policíaca no consiste en inventar un misterio, sino más bien en eliminar del mundo un misterio inventado. Las historias del padre Brown han gozado de una enorme popularidad desde que apareciera la primera en 1911, y entre sus fieles lectores encontramos escritores de la talla de Kafka, Freud, G.B. Shaw, André Maurois, Nabokov, Borges e incluso a Ghandi.