El que susurra en la oscuridad

$19.900

En el año 1920, H.P. Lovecraft tuvo un sueño inquietante que describió a su amigo Heinhard Kleiner en una carta. Aquella pesadilla adoptó la forma de relato seis años después, y vio finalmente la luz en febrero de 1928 en la revista Weird Tales. Se titulaba “La llamada de Cthulhu”.

Descripción

En el año 1920, H.P. Lovecraft tuvo un sueño inquietante que describió a su amigo Heinhard Kleiner en una carta. Aquella pesadilla adoptó la forma de relato seis años después, y vio finalmente la luz en febrero de 1928 en la revista Weird Tales. Se titulaba “La llamada de Cthulhu”. Aquel sueño fue el germen de todo un subgénero del horror cósmico, al que han contribuido decenas de escritores a lo largo de casi un siglo: Los Mitos de Cthulhu.El presente volumen reúne las nueve historias originales de HPL que constituyen el núcleo sobre el que se edificaron los Mitos. Dentro de este espantoso y grotesco panteón de deidades imaginado por el genio de Providence, cabe destacar a Azathoth, el sultán de los dioses, «una ruina amorfa de absoluta confusión que blasfema y babea en el centro del vacío final», mencionado en numerosos relatos, como en “Los sueños en casa de la bruja”. A Nyarlathotep, el Caos reptante, que aparece en “El asiduo de la tinieblas”, entre otras historias. A Yog-Sothoth, el que abre el camino, del que se habla en “El horror de Dunwich” o en la novela El caso de Charles Dexter Ward. A Shub-Niggurath, la Cabra con Mil Cabritos, o al propio Cthulhu, que duerme desde hace eones en su ciudad sumergida de R’lyeh a la espera de revelarse al mundo…

Información adicional

Encuadernación

Tapa dura

ISBN

9788477027706

Editorial

Valdemar

Páginas

704

Autor

H.P Lovecraft nació en 1890 en Providence, Rhode Island. Hijo único, su padre murió cuando tenía ocho años, por lo que su educación recayó principalmente en su madre y su abuelo materno. Debido a su delicada salud, fue poco a la escuela y se convirtió en un joven solitario dedicado a la lectura, a la astronomía y a escribir. Trabajó ocasionalmente escribiendo cuentos para periódicos y revistas, y se relacionó, principalmente por carta, con un grupo amplio de escritores de la época. Se casó en 1924, pero su matrimonio duró apenas dos años. Su situación económica fue cada vez más precaria. Murió en 1937 sin que su obra tuviera gran repercusión. Sus relatos y novelas adquirieron la relevancia que tienen hoy en día años después de su muerte. Se le considera un gran impulsor del cuento de terror.

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