Descripción
La obra nos introduce, manteniendo siempre firme su hilo conductor, en un muy rico repertorio de temas y sugerencias. Sirva como ejemplo su excurso sobre la relación entre el aura sagrada que envuelve al dinero y la sacratio que se llevaba a cabo en el proceso romano al depositar una suma de dinero en sustitución de un ser vivo propiamente sacer. Sacramento del poder, el juramento es también y sobre todo sacramento del lenguaje y, por tanto, de la antropogénesis, del devenir humano del hombre. Pero frente al predominio del paradigma cognitivo que ha caracterizado a los grandes modelos de la lingüística contemporánea, Agamben pone el énfasis en el ethos, en la primacía de los problemas de orden ético y político y, en definitiva, en la correspondencia entre el homo sapiens y el homo iustus, que, por medio de su palabra, pone en juego su propia vida y su destino. El juramento es “consagración del viviente a la palabra por medio de la palabra” y, por eso, el creciente quebranto del vínculo que a través de él se establece entre el hombre y su lengua –la efectiva desaparición del juramento en la vida colectiva– tiende a producir la disyunción correspondiente entre el viviente, cada vez más reducido a realidad puramente biológica y nuda vida, y el hablante, sometido en el seno de la multiplicidad de los dispositivos técnico-mediáticos a la doble experiencia de la progresiva vanidad de su palabra y la precariedad de su vida política.