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Los escritos que Émile Zola dedica a la defensa pública del pintor Manet se extienden desde 1866 hasta 1884, constituyéndose en una atalaya privilegiada para apreciar en todos sus matices cómo el pintor va introduciéndose en “el mundo del arte” y cómo éste va transformándose a lo largo del XIX.
Los escritos que Émile Zola dedica a la defensa pública del pintor Manet se extienden desde 1866 hasta 1884, constituyéndose en una atalaya privilegiada para apreciar en todos sus matices cómo el pintor va introduciéndose en “el mundo del arte” y cómo éste va transformándose a lo largo del XIX.
| Encuadernación | Rústica |
|---|---|
| ISBN | 9788496775800 |
| Editorial | Abada |
| Páginas | 192 |
París, (1840-1902).Émile Zola defendió una literatura de corte científico que emplease la naturaleza como espejo para retratar los dramas y las pasiones humanas, en la que la subjetividad del autor desapareciera tanto como fuera posible, y que recibiría el nombre de naturalismo. Su aspiración fue realizar una novela fisiológica, que, en los últimos años, derivó hacia ideas progresistas influida por las teorías utópicas de Comte, Fourier y Proudhon.
